Nos vamos a centrar en esta última acepción, "elemento". Y no es un elemento cualquiera, si no uno de los elementos más interesantes desde el punto de vista químico.
METAL LÍQUIDO
Pensar en un metal es pensar en un material grisáceo, pesado, duro, conductor eléctrico y térmico.
El mercurio es grisáceo, y aunque pueda parecer que no, es más pesado que el plomo (1 L de mercurio pesa 13'55 kilos, 1 L de plomo pesa 11'35 kilos).
Hasta aquí bien. Empezamos lo raro.
Es líquido, el único metal líquido a temperatura y presión normales. La explicación es compleja, hay que tirar de Cuántica y Relatividad. Un esbozo de algo tan complicado podría ser esto ...
El núcleo del mercurio pesa, pesa bastante (para hacernos una idea, pesa 12'5 veces más que el núcleo del oxígeno). Esto hace que tenga a los electrones muy atraídos. Además de esto, los dos electrones más externos se encuentran en un orbital s, un tipo de orbital que tiene la manía de contraerse. Por tanto, estos dos electrones interaccionan bastante con el núcleo, al estar cerca de un núcleo muy grande; y por esta interacción, se aceleran, llegando a velocidades próximas a la de la luz.
Y cuando las cosas viajan cerca de la velocidad de la luz, entra en juego la Relatividad, ocurriendo cosas raras. Como que estos electrones aumenten de masa (por la archiconocida ecuación de E
= m·c2), luego la interacción con el núcleo aumenta todavía más.
De forma que nos encontramos con que los dos electrones más externos están casi encadenados al núcleo, así que no se comparten. Y como el enlace metálico se basa en compartir electrones, pues el enlace Hg-Hg es muy débil. Tan débil que no hace falta calentar para fundirlo: a la temperatura ambiente hay suficiente energía como para romper algunos enlaces y obtener el estado líquido. Hay que bajar hasta -39 ºC para obtener mercurio sólido (en la imagen).
¿Y es buen conductor? Aunque es conductor, es un conductor bastante malo: 92'3 veces peor conductor eléctrico que el grafeno (el mejor) y 14'7 peor que el hierro (conductor, pero normalito).
VINO, ACEITE, JAMÓN, QUESO Y MERCURIO
¿Dónde hay mercurio? Donde haya una mina de cinabrio (HgS), mineral rojillo de donde se saca el mercurio. Basta con calentarlo a unos 650 ºC, y ...
HgS + O2 → Hg + SO2
Y resulta que la mayor mina del cinabrio del mundo se encuentra en un pueblecito manchego llamado Almadén. Se cerró en 2002 por la caída del precio del mercurio. En 2006 se abrieron al público (Parque Minero de Almansa) y, desde 2012, esas minas son Patrimonio de la Humanidad.
Por lo fácil que es de obtener, el mercurio se conoce desde tiempo inmemoriales. Se le atribuían poderes mágicos y medicinales: curaba desde un "mal de ojo" a un cólico. Y además de esto, se usaba para algo tan importante como extraer oro.
Fácil: coges lodos de un río donde creas que haya oro, los mezclas con mercurio, el mercurio disuelve el oro formando una amalgama (hablaremos de ellas más adelante), calientas la amalgama y se evapora el mercurio, quedándote el oro al fondo.
Así estaban los romanos: locos con Hispania y este líquido plateado.
Y lo que la Historia te quita, la Historia te da. ¿Cómo extraíamos los españoles plata de las minas del Potosí? De la misma manera que los romanos extraían oro de las minas gallegas: mercurio, amalgama y calentar.
Sin embargo, no caímos en la sencillez del proceso tan pronto. Los primeros años de extracción fueron fundiendo el mineral con óxido de plomo (PbO). Pero este proceso era costoso, ya que para alcanzar 962 ºC se necesitaba mucha madera, y poco eficiente. Entonces llegó Bartolomé de Medina, y se le ocurrió extrar la plata como el oro: por amalgación. Fue un éxito.
Y bueno, hablemos un poco de amalgamas. Al mezclar dos metales fundidos obtenemos aleaciones, por ejemplo, cobre + estaño = bronce. Pero cuando uno de los metales es mercurio, obtenemos amalgamas. Las amalgamas pueden ser líquidas o sólidas, dependiendo de si tienen más o menos mercurio.
PERO NO ES PLATA TODO LO QUE RELUCE ...
El mercurio es un bicho malo. Con el talio, el plomo y los radiactivos, los Manson de la Tabla Periódica.
En el caso del "agua plateada", ataca al sistema nervioso, sistema inmunológico, riñones, pulmones, piel, estómago, ojos ... Vamos, que te deja para el arrastre.
Podéis imaginaros los mineros de mercurio, los antiguos. Al obtener mercurio, a 650 ºC el mercurio es un gas. Tras unas semanas respirando mercurio, no había minero. En el siglo XVIII la cosa mejoró para el minero de mercurio español: empezaron a controlarse los días que podían trabajar los mineros seguidos, lo que redujo considerablemente la mortalidad.
Pero esta no es la única fuente de riesgo de intoxicación por mercurio. El mercurio no se elimina, por lo que se va acumulando. Y los peces que viven en aguas contaminadas por mercurio se convierte en depósitos de este tóxico elemento (no solo en forma de metal, también en forma iónica y en forma de dimetilmercurio). Así, en 1956 murieron 900 personas en Minamata por consumir pescado intoxicado.
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