Diamantes de mantequilla de cacahuete

Lo que tiene carbono se puede convertir en diamante. Solo hay que aplicarle enormes presiones y enormes temperatura. Los diamantes se crean a 800 Km bajo Tierra, donde la temperatura es de 2200 ºC y la presión, pues ya os lo podéis imaginar, 800 Km de roca sobre tu cabeza.


Nosotros somos carbono, un 18 % de nuestro peso. O sea, si nos quitan el resto de elementos de los que estamos hechos y nos someten durante un tiempo a 1300 ºC y a una presión a 550000 atm, nos convertiremos en un precioso diamante. Aunque, advertencia, el tamaño de este no será muy grande.



Teniendo en cuenta esto, el entretenimiento de Dan Frost (investigador del Instituto Geológico Bávaro, en Bayreuth, al este de Alemania) durante estos meses, ha sido hacer diamantes de mantequilla de cacahuete. ¿Se puede? Con un 50 % de grasa, un 20% de hidratos de carbono y un 25% de proteínas (moléculas con un estructura de carbono), carbono no va a faltar. El resultado de estas pruebas: diamantes de tres milímetros de grosor.



CARBONO (elemento) ≠ CARBÓN (madera quemada  en escasez de aire)
DIAMANTE (forma del carbono) ≠ BRILLANTE (diamante cortado y pulido)




Hasta aquí la noticia, ahora  un poco de teoría. 


El carbono es un elemento que presenta alótropos. Tiene varios, pero los dos más importantes son el grafito (de lo que están hechas las puntas de los lápices) y el diamante. La diferencia es como están ordenados los átomos de carbono:

 

Para pasar de un alótropo a otro, solo hay que varias la presión y la temperatura. ¿Cuánto? Eso nos lo dice el diagrama de fases del carbono. Usarlo es muy sencillo. Por ejemplo: "A presión 50000 atmósferas y temperatura 2727 ºC, ¿obtendré diamante o grafito?"

Para usar el diagrama la temperatura tiene que estar en kelvin (K = ºC + 273 = 2727ºC + 273 = 3000 K) y la presión en kiloatmósferas (1 atm = 0'001 Katm, luego 50000 atm = 50 Katm). Unimos ambos puntos, y vemos que obtendríamos grafito.

FUENTE DE LA NOTICIA (EN INGLÉS)